Existen varios tipos de vidrios decorativos:
Opaco o translúcido: Presenta un aspecto mate o difuminado, por lo que sólo permite percibir formas o siluetas, protegiéndonos de miradas indiscretas.
Coloreado: Existen dos tipos de cristal coloreado: el primero se obtiene al añadir óxidos de metales al cristal durante su proceso de fabricación. El segundo tipo se trabaja una vez terminado, utilizando esmaltes o pinturas especiales.
Con diseños: Se obtiene al utilizar vinilos (plástico adhesivo de fácil colocación) que permiten innovar en la creación de diseños decorativos y ser sustituidos fácilmente.
Texturizado: Presenta texturas de relieve en su superficie (mediante la aplicación de técnicas como el ácido, chorro de arena, picado, desbastado, etc.) que lo hacen perder su aspecto liso y suave.